sábado, 14 de noviembre de 2009

Esposa Mía

Acabas de salir del consultorio de tu médico y ya lo sabes. Vas a ser madre por segunda vez. Esperas un bebé y ese ser minúsculo que llevas en tu interior va a proseguir lentamente, pero sin cesar, su extraordinario y maravilloso desarrollo, como tú bien lo sabes. Desde ahora eres ya consciente de que en adelante todos tus actos tendrán importancia no sólo para ti sino también para él − para ese hijo que crece día a día dentro de ti −, para tu primogénita y para mí. En muchos momentos, mientras estás ocupada en tus actividades cotidianas, te invadirán una enorme alegría y dulzura pensando en el maravilloso momento que estás viviendo otra vez. De vez en cuando, tu mirada quedará abstraída por unos momentos y tus ojos tendrán el maravilloso brillo que da el amor profundo por el ser que llevas dentro de ti. Nuestro segundo hijo.

No hay comentarios:

Seguidores