sábado, 16 de enero de 2010

Su Amor y Memoria

Pese a los sufrimientos que le ocasionaba el cáncer avanzado y agudo que padecía, una mujer amorosa y abnegada – mi señora madre – hacia hincapié en el significado del amor y de la vida.
En su último momento y en mis brazos, me enseñó que; “El ‘don de la vida’, el regalo especial de Dios, no es menos bello cuando va acompañado de enfermedad o debilidad, de desventajas físicas o mentales, de soledad o vejes, de hambre o pobreza”.
Es indudable que en esos momentos la vida humana cobra un esplendor extraordinario, en la medida en que precisa de nuestro cuidado, preocupación y veneración.

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