martes, 8 de septiembre de 2009

Una Buena Chica


Con los ojos como un búho – además de tenerlos hermosamente ligeramente rasgados -, lo quiere captar todo. Como una conductora novata, su cuerpo se mueve a tirones, arrancando de repente y de repente calando.
En octubre cumplirá 16 años. El mes de su padre y de su abuelo. Nació en un veintisiete, y aún ésta fecha me corta un poco la respiración, pero para mí y sobre todo para ella será un día de alegría, de recibir regalos e intercambiar amor.
A veces la veo equivocarse con sus ideas revolucionarias, heredadas quizá del primer Homo sapiens sapiens, sus duelos de poder a sus progenitores y profesores, su rechazo de todo lo feo, lo malo, lo pesado.
Se viste a la moda, sin quedarse corta ni sobrepasando. El pelo tiene que acomodársele perfectamente casual. Su música le da las claves para analizar la realidad, sabe bailar House Music. O sea, se mueve como un ángel, con la certidumbre de que así se consigue un mundo mejor. Porque éste está fatal por culpa de los políticos, todos corruptos, dice.
En sus quehaceres estudiantiles es como un viento fresco de mañana que se carga de humor al transcurrir el día, en los deportivos es como la fuerza del agua segura de nunca cambiar sin saber que la sequia llegará algún día y en los domésticos imitando a sus padres como la mejor.
Este personaje es mi hija, a la que adoro. Y creo que va a ser una buena chica, de esas que buscan la justicia incansablemente aunque les digan que no existe. Y que no tardando mucho aparcará esa actitud a veces rebelde, forjando su personalidad en medio de tremendos conflictos y contradicciones que tendrá que digerir. Como una valiente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias papi por tener esperanza en la vida, también a traves de mi. Gaby Fernanda

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