martes, 14 de febrero de 2012

Prueba

Pongo ante ti, Señor, a mi corazón y a mi alma que están atravesando por una noche oscura, que no son capaces de salir de ella con ansias y en amores inflamados pues viven la oscuridad como algo atenazante, envolvente, asfixiante. La oscuridad de la fe, la sensación de tu abandono, del sin sentido sin el absoluto hasta ahora presente. Danos la constancia y la seguridad de tu amor, la esperanza de la luz.

No hay comentarios:

Seguidores