viernes, 1 de octubre de 2010

Como Un Monje

Converso al cristianismo habiendo sido católico, soy un furioso crítico del catolicismo hipócrita y embustero, de las astucias del clero y de las devociones paganas de mis compatriotas. Amo a Cristo como lo haría un monje medieval… al que hubiesen expulsado del convento, con esa exasperación del derrotado que sigue amando en la derrota aquello que otros sólo fingen amar en la victoria; y esa vocación de heterodoxia y protesta me lleva a la ortodoxia plena, que es la de quienes viven el Calvario sin pedir la recompensa del cielo, sin pedir siquiera la recompensa de la gloria del amor en la tierra. Ortodoxia que logro hacer compatible con un estilo íntimo, inesperado e insolente, que lo resuelvo contra la frivolidad mundana… y también contra mis propias contradicciones.

No hay comentarios:

Seguidores